Icono del sitio El Sol de Mixco

Mujer asesinada en Gualán Zacapa vivió ocho años de tortura y en cautiverio

Fotografía ilustrativa.

El Inacif reveló, que Sandra Roselia Contreras tenía 4 meses de embarazo. Ella y sus hijos de 3 y 6 años fueron degollados por el hombre que un día le juró amor eterno.

El pasado 7 de junio, un hombre asesinó a machetazos a su conviviente y sus dos hijos en la lotificación Los Limones, Gualán Zacapa. Osmín de Jesús Pinto Gómez, 26 años, con machete en mano se abalanzó sobre los agentes de la PNC que tuvieron que dispararle en las piernas para poder capturarlo y en el centro asistencial tuvo que ser amarrado para que no agrediera a los médicos.

El hecho conmocionó a los vecinos del lugar; sin embargo, una noticia más devastadora fue dada a conocer por el Instituto Nacional de ciencias Forenses (INACIF).

La joven de 24 años, que murió de forma brutal, tenía 25 semanas de embarazo. Sus hijos, de 3 y 6 años, fueron degollados.

Pero la aterradora noticia no acaba ahí. Resulta que la joven vivió en cautiverio por muchos años y ni su madre, familiares o a vecinos, que escuchaban sus gritos, le brindaron ayuda.

De acuerdo con la progenitora, ella y sus hijos, eran golpeados brutalmente por el hombre que los mantenía en cautiverio y en condiciones precarias.

“Yo tenía 3 meses de no venir a visitar a mi hija, no pude platicar con ella. Él la golpeaba y nosotros le decíamos que él no le convenía y que se tenía que separar. Pero ella tenía miedo de no saber que hacer con sus hijos y nos dijo que iba a seguir luchando”, manifestó la progenitora que ahora está arrepentida de no haber interpuesto la denuncia.

Durante 8 años vivió con el hombre que se convirtió en su asesino

La madre de la víctima contó que solo vivieron 3 años felices como pareja, y lo demás fue agresión y cautiverio. Hoy lamenta no haber puesto una denuncia, pues los pequeños también sufrían maltrato y hoy están dentro de una caja y nunca más los volverá a ver ni a abrazar.

En la residencia donde fueron asesinados, no existía una sola fotografía de la familia. No había ropa de ninguno de ellos y según vecinos la familia vivía en extrema incomunicación.

La investigación del múltiple crimen está en curso y serán los especialistas que determinen si el hombre sufría problemas mentales o si estaba bajo efectos de alguna droga, pues el día de su captura el hombre gritaba “con Dios no se juega”.  De llegar a un juicio, el hombre enfrentara 50 años de cárcel.

Salir de la versión móvil