Este 1 de mayo es una de esas fechas que todos sabemos representa una festividad, pero de la cual desconocemos su origen.
Antes del Día Internacional del Trabajador, existían jornadas larguísimas que extenuaban a los trabajadores. Eran 12 horas o más donde las personas debían someterse no solo a duros trabajos sino a condiciones laborales infrahumanas que no les permitían tener bienestar en su vida.
Los inicios del Día Internacional del Trabajador se remontan a 1889 al Congreso Obrero Socialista de La Segunda Internacional celebrado en París. Allí, trabajadores de muchos sectores se dieron cita para abrir debate sobre sus contratos y condiciones laborales. Además, querían conmemorar el fallecimiento de “Los Mártires de Chicago” un grupo sindicalista anarquista que fue ejecutado a sangre fría tras varios días de protesta que comenzaron precisamente un primero de mayo.
Los años precedentes al decreto del primero de mayo como el Día Internacional del Trabajador se llevaron a cabo revueltas a lo largo del mundo buscando la reivindicación de sus condiciones laborales y una mejor relación contractual con los patronos.
Fue en el año de 1868, que el presidente del momento en Estados Unidos, Andrew Johnson promulgó una ley que establecía la jornada laboral en 48 horas (dividida en 6 jornadas de 8 horas) pero actualmente los contratos tienen base en 40 horas (5 jornadas de 8 horas).
Desde entonces el 1 de mayo se celebra el Día Internacional del Trabajo, una fecha popular con una gran historia de lucha por los derechos.
