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Si el contrato entre la ministra de salud y la empresa Human Vaccine, publicado por ElPeriódico es genuino, le metieron al gobierno el cuento de la caperucita rusa

Por: PP Estrada

Es de aclarar que llamamos a varios amigos abogados, exdiputados, políticos y se negaron a comentar sobre el tema, razón por la que leí el extenso contrato de 27 páginas, y abusivamente me atrevo a opinar sobre el asunto; para lo cual no se requiere ser doctor en leyes, para darse cuenta que le metieron el cuento de la Caperucita Rusa al gobierno de Guatemala con dicho contrato, por medio del cual la empresa Human Vaccine LLC, vendedor; y Amelia Flores, ministra de Salud, Comprador, suscribieron un contrato por la compra de 8 millones de tratamientos de doble dosis de la vacuna rusa Sputnik V, en donde obligatoriamente se pagó por adelantado 614.5 Millones de quetzales, que representa el 50% de la totalidad; a través de una transferencia que hizo el banco de Guatemala a la cuenta de Human Vaccine, en el banco que sirvió de intermediario, CITIBANK N.A. en Nueva York.

Pero por si esto fuera poco, de pagar por adelantado a una empresa que no es el verdadero fabricante de la vacuna Sputnik V…el Vendedor, especifica en todas las cláusulas en el contrato que no se hace responsable de nada. Así por ejemplo, léase este párrafo:

“El Vendedor no será responsable de ningún retraso en el suministro de los Productos si dicho retraso es causado por la interrupción de la producción o la falta de Productos debido al bajo nivel de producción en las respectivas instalaciones de producción. Todos los plazos de suministro se extenderán hasta que se restablezca el nivel de producción suficiente.”  Jajaja, si los abogados del gobierno no la vieron venir, es que, una, son unos pendejos, o aquí hay GATO ENCERRADO. Claro que hay gato encerrado, aquí está metido también, aunque ahora se haga el menso y se haga a un lado, el presidente de la República, Alejandro Giammattei.

Porque ahora que no venga a decir que le dio total independencia a la Ministra de Salud, Amelia Flores, para hacer lo que le conviniera al país. Los que conocen al presidente Giammattei saben que todo lo quiere manejar, y todo lo quiere controlar. Y en esta compra, él está metido. Ahora que no vengan a decir que no está y, que tampoco lo estuvo el abogado oficial del gobierno, que es el Procurador General de la Nación, el licenciado José Luis Donado, si es su harta obligación defender al Estado, eso significa prever que no nos baboseen. Ahora  quieren dejar sola y embarrada en la responsabilidad, a la ministra de salud, Amelia Flores, que bien se lo merece por bruta y tonta.

ESTE CONTRATO PREVÉ NEGOCIAR EL PRODUCTO A TERCEROS.

En varias ocasiones debatimos aquí con personalidades conocedoras del tema, como el licenciado Héctor Estrada, entre otros, sobre la posibilidad que el gobierno tratara de vender la vacuna a empresas privadas, para que estas hicieran su gran negocio, como lo están haciendo con las pruebas para detectar anticuerpos del coronavirus (COVID-19), y están en su derecho. Pero se suponía que el negocio de las vacunas contra el coronavirus era exclusivamente entre Estados y Gobiernos, y era para vacunar gratuitamente a la población. ¿Pero entonces por qué aceptar la cláusula en el contrato que transcribimos a continuación?: “1.4 El Comprador está autorizado a vender los productos a  terceros bajo la marca comercial Sputnik V. Si el uso de la marca Sputnik V debido a especificidades locales es imposible, las Partes se comprometen a acordar mutuamente por escrito una marca diferente del Producto que se utilizará en el País.

1.5 El Comprador se compromete a hacer todo lo posible en la Comercialización del Producto en el País.

Estas dos cláusulas son suficientemente claras para darse cuenta que tanto el Comprador, como el Vendedor, tienen o tenían la intención de vender la Vacuna a terceros, que como es de suponer son empresas privadas, que comprarían el producto a bajo precio, para así ellos revenderlo a precios dizque de mercado, y no sería mucho especular, que en este caso el gobierno, supiera a quiénes les iba a vender la vacuna…por supuesto a empresas privadas amigas, que iban o van a compartir las ganancias.

En resumen y para no cansarlos, este contrato es a todas luces lesivo, y significa  una bofetada para todos los guatemaltecos honrados que con nuestros impuestos pagamos por adelantado 614.5 Millones de quetzales por 8 millones de tratamientos de dos dosis de la vacuna rusa Sputnik V,  de las cuales a la fecha solo se han recibido 400 mil vacunas de la primera dosis.

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