“Guatemala debe juzgar el genocidio”, así se tituló el acto político que se llevó a cabo frente al edificio de la Corte suprema de Justicia (CSJ) como una forma de solidaridad para las víctimas del conflicto armado que inició el 13 de noviembre de 1960 y finalizó el 29 de diciembre de 1996.
“Nosotros estamos en espera que inicie el término del proceso, pues por la pandemia se paralizó el caso. Nosotros esperamos que sea una resolución favorable a favor de los pueblos indígenas y en contra de esas personas responsables de masacrar a niños, mujeres y hombres, no solo de la región ixil, sino de otros departamentos afectados por el conflicto armado interno”, aseguró Antonio Cabá, representante legal de la Asociación para la Justicia y Reconciliación.
La actividad se llevó a cabo mientras está en desarrollo la audiencia donde la Sala de la Corte de Apelaciones de Mayor Riesgo resuelve apelación a sentencia por genocidio.
HISTORIA
La región ixil, conformada por los municipios de Santa María Nebaj, San Gaspar Chajul y San Juan Cotzal, situada al norte del departamento de El Quiché, fue un escenario de una sangrienta guerra donde los verdaderamente perjudicados fueron los pobladores del lugar, pues fueron víctimas tanto de elementos del Ejército, como de los integrantes de las guerrillas.
Casi un millón y medio de pobladores tuviero que migrar a México y vivir en el exilio, pues sufrieron atrocidades por parte de ambos grupos. Las mujeres y niños fueron violados y fueron masacrados en masa. Fue hasta que se firmó la Paz en 1996 que empezaron a regresar en grupos.
“La población Ixil de verdad sufrió para el conflicto armado interno. Yo vi como flotaban en el río al menos unas 25 personas, entre hombres, mujeres y niños, pues habían quedado en medio del Ejército y de la guerrilla. Pero los que ahora hacen estos actos, solo son trabajadores de #ongs contratadas para tomarse la foto, hacer un show y pedir dinero a entidades internacionales y al Estado de #Guatemala, esto a costillas de los que de verdad fueron víctimas y que no verán un solo centavo”, afirmó un sobreviviente del Triangulo Ixil.