Una turba enardecida ya cansados tanta violencia que están sufriendo en la aldea El Cerinal de Barberena de Santa Rosa, lograron agarrar a uno de los sicarios que dio muerte a dos vecinos frente de las canchas del polideportivo, el sujeto corrió varios metros para salvar su vida penetró a un negocio para protegerse, pero fue sacado con lujo de fuerza y llevado a la calle para propinarle una golpiza hasta dejarlo inconsciente, luego los vecinos enfurecidos lo trasladaron en un moto taxi con rumbo no establecido, también otro cómplice fue trasladado al hospital de Cuilapa llevaba puesto un chaleco blindado.
Mientras los Bomberos Voluntarios llegaron al lugar del suceso en donde brindaron los primeros auxilio a Hugo Roberto Alejandro Samayoa de 20 años, con una herida de bala en el muslo derecho, además llevaba puesto un chaleco antibala, aparentemente es uno de los atacantes se salvó de una golpiza de la turba, aunque numerosas personas rodearon la ambulancia gritaba “quemenlo a ese desgraciado”, inmediatamente fue trasladado al hospital de Cuilapa, bajo custodia policial.
En la escena del crimen quedaron los cadáveres de Carlos Vladimir Guzmán de 30 años y otra persona de sexo masculino aun no ha sido identificado, los vecinos están dispuestos a partir de ahora en adelante que marero visto, marero muerto, pues han tomado el control de la comunidad, en las últimas semanas han asesinado numerosas personas entre ellos comerciantes y maras rivales.
Los socorristas arriesgando su vida, trasladando al sicario al centro asistencial, es originario de Chimaltenango, forma parte de una estructura criminal, los vecinos intentaron de bloquear el paso de la ambulancia pero finalmente accedieron que continuara su recorrido rumbo al centro asistencial. También fue ingresado al centro hospitalario a Saúl Emanuel Enríquez, de 28 años, el vapuleado aparentemente fue rescatado por un familiar.
El Ministerio Público, localizó en la escena del crimen dos pistolas que portaban los sicarios, también les practicaron la prueba de pólvora en ambos manos a los detenidos.
