Guatemala sigue adentrándose en una espiral de confrontación y de polarización que llevará a la destrucción de nuestra frágil institucionalidad. La falta de diálogo y la ausencia de espacios para lograr acuerdos nos lleva a una división en la que todos perdemos. Hay grupos con agendas escondidas que favorecen los extremismos y que se benefician de la inestabilidad social y política. Es indispensable no caer en esa trampa.
Le corresponde al Presidente de la República, como factor de unidad nacional, tomar la iniciativa de convocar a todos los sectores nacionales para alcanzar un ABC, un Acuerdo Básico de Consenso, a través del cual se puedan identificar los temas prioritarios sobre los cuales trabajar durante los tres años y cinco meses que quedan de este gobierno.
Guatemala no aguanta otros cuatro años perdidos. Ya llevamos doce años retrocediendo en todos los indicadores de desarrollo. Muchos representantes de buena voluntad de diversos ámbitos están dispuestos a contribuir a identificar un rumbo hacia el futuro y evitar el riesgo real de volver al pasado.
Hago un llamado urgente al Presidente de la República para que asuma esa responsabilidad histórica de liderar una instancia nacional para acordar ese ABC y sacar al país del estancamiento y del marasmo en que se encuentra.
