En el discurso que consagró su candidatura a la presidencia en la convención republicana la noche del jueves, aprovechó la ocasión para presentarse como la salvación de los Estados Unidos y del mundo entero. Afirmó que puede parar todas las guerras con una sola llamada telefónica, que detendrá la inflación provocada por los gobiernos demócratas de Barak Obama y Joe Biden, enriquecerá al país recortando los impuestos para que todas las empresas norteamericanas que tienen plantas industriales en otros países regresen a producir empleos y riqueza en Norteamérica; porque hará de Estados Unidos el país más grande que habido en la historia.
Y continuó a lo largo de su muy bien expresado discurso de hora y media, elaborado para tocar todos los puntos sensibles del público norteamericano, erigiéndose como la solución de todos los problemas que afectan actualmente a la sociedad estadounidense.
Cuando como era de esperarse tocó el tema de la inmigración, que es uno de sus favoritos contenidos, prometió completar la construcción del muro en la frontera con México y repitió de una manera dramática, la afirmación de que los inmigrantes entran a país y matan a ciudadanos. “Tenemos que detener la invasión en nuestro país que está matando a cientos de miles de personas al año”, dijo.
Dentro de este mismo texto, expresó algo que nos sorprendió: dijo que “el descenso del crimen en el Salvador no se debe a las políticas internas del presidente Nayib Bukele, sino a que El Salvador está enviando a sus criminales a Estados Unidos”.
Hasta el momento que escribimos esta nota, el presidente Bukele no se había manifestado en sus redes emitiendo alguna respuesta a lo dicho por el candidato republicano en parte de su discurso de aceptación de la candidatura la noche del jueves 18 de julio.