A pesar de que el juicio que enfrenta en contra de Johnny Depp se reanudará hasta el próximo lunes, la situación de Amber Heard a traviesa por un momento complicado al darse a conocer que uno de los testigos presentados por el abogado del actor la señala por haberlo obligado a mentir ante las autoridades australianas.
En octubre de 2015, Heard se enfrentó a un proceso penal en Australia debido a que, de manera ilegal, introdujo al país oceánico a dos perros de la raza yorkshire.
Lo grave del asunto fue que la actriz intentó hacerle creer a las autoridades australianas que desconocía la gravedad su falta, pero además obligó a que un asistente de su entonces esposo presentara una declaración respaldando su versión.
Kevin Murphy, quien trabajó para Depp durante casi ocho años, acusó a Amber de presionarlo para ponerse en contacto con su ex asistente Kate James, quien lo asesoría para mentir bajo juramento ante un tribunal australiano.
“La señora Heard quería que la señora James diera una declaración falsa de que no era consciente de que sería ilegal traer a sus perros a Australia, pero yo se lo había informado en repetidas ocasiones por correo electrónico, teléfono y en persona”, indicó.
Por su parte, Sasha Wass, abogada de The Sun, señaló que Murphy había hecho posteriormente una declaración engañosa en el caso del tribunal australiano.
“¿Por qué demonios no acudió al señor Depp para pedirle que interviniera en lugar de mentir bajo juramento?”, cuestionó. Al respecto, el ex empleado justificó su conducta por el temor que le provocaba la actriz.
“Amber tenía mucho poder y me habría hecho la vida imposible. Me había exigido verbalmente que yo mismo hiciera una declaración falsa como testigo sobre la entrada ilegal de los perros en Australia”, enfatizó.
El hombre insistió en que había instruido a Heard de que no podía llevar a los perros a Australia, porque el papeleo y los permisos pertinentes no estaban completos y no se habían establecido los arreglos de cuarentena de 10 días requeridos.
