Cada 4 de marzo se busca concienciar a las personas sobre el terrible daño que conlleva para el organismo una dieta alta en grasas y azucares.
Los datos son alarmantes, pues según la Organización Mundial de la Salud, la obesidad provoca cada año, cerca de 3 millones de personas fallecidas, además de provocar otras enfermedades como apnea del sueño, enfermedades cardiovasculares, diabetes, dislipemia, hipertensión, cáncer, infertilidad, osteoporosis, e insuficiencia renal crónica.
Por ello, la prevención y el cambio de hábitos son esenciales para combatir la enfermedad. La ingesta de comida saludable, la actividad física diaria, además de evitar el consumo de alimentos procesados, son esenciales para disminuir los índices de obesidad.
Existe una estrecha relación entre el exceso de grasa y el riesgo de enfermedad grave por Covid-19, ya que puede afectar al sistema respiratorio e inmunológico disminuyendo la respuesta de la persona afectada y empeorando su pronóstico, por lo que “hay que cuidar la alimentación antes, durante y después de la infección”.
El sobrepeso y la obesidad aumentan el riesgo de hospitalización, de ingreso en Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) y muerte por Covid-19.
Come bien, haz ejercicio diariamente, hidrátate siempre, duerme bastante y ama tu cuerpo, repite diariamente.
