El FC Bayern anunció esta mañana el fallecimiento de Gerd Müller, legendario delantero del equipo bávaro, a los 75 años. El mítico futbolista sufría desde hace unos años Alzheimer, enfermedad que se le detectó en 2011 y que se hizo pública en 2014. En el momento de su muerte la enfermedad estaba en estado avanzado.
“Hoy el mundo del FC Bayern se detiene. La entidad y sus aficionados lloran a Gerd Müller, quien murió este domingo por la mañana a la edad de 75 años”, rezaba el mensaje del club alemán.
En una entrevista de hace unos meses con motivo de su 75 cumpleaños, su esposa Uschi Müller confesaba al diario “Bild que no comía “prácticamente nada, casi no puede tragar, pasa cerca de 24 horas diarias en la cama y tiene pocos momentos de lucidez. Es hermoso cuando abre los ojos brevemente”, aseguró. “Creo que no sufre, es como si caminara dormido hacia el final”, agregó.
El nombre de Müller se asocia irremediablemente a los éxitos del Bayern Múnich y de la selección alemana en los años setenta y, con el tiempo, se ha creado un consenso en torno a que, pese a otros grandes nombres como Franz Beckenbauer o Paul Breitner, él era el jugador clave de aquellos equipos inolvidables.
Sus compañeros de viaje ahora reiteran viejos elogios. “Es el mejor delantero de todos los tiempos”, dijo, por ejemplo, Karlheinz Rummenigge, presidente del Consejo Directivo del Bayern.
Franz Beckenbauer lo ha definido como el jugador más importante de la historia del Bayern y Paul Breitner ha dicho que “Gerd Müller sería hoy algo como Messi, Cristiano Ronaldo y algunos más sumados”.
Algunos de los diversos récords impuestos por Müller permanecieron imbatidos por mucho tiempo y hay uno, el de 40 goles en una temporada en la Bundesliga, que todavía no ha sido igualado por nadie, aunque Robert Lewandowski estuvo cerca en el ejercicio anterior.
Cuando Miroslav Klose, el 6 de septiembre de 2013, igualó su récord con la selección alemana, apareció un artículo firmado por Müller en la revista SportBild. “Me alegra que hayas sido tú quien ha igualado mi marca de 68 goles. Pero tengo que decir que yo necesité un par de partidos menos”, escribió Müller.
Müller hizo sus 68 goles en 62 partidos internacionales, mientras que Klose necesitó 129 partidos con la camiseta alemana para igualar la marca. El último gol de Müller en un Mundial fue también su gol más importante con la selección y le dio el triunfo a Alemania sobre Holanda, en la final de 1974.
Lo que pocos sabían, o al menos no se había hecho público, era que cuando Müller felicitó a Klose por igualar su marca de goles con la selección ya se habían notado en él los primeros síntomas del Alzheimer.
El momento clave fue un viaje con los equipos inferiores del Bayern, a cuyo cuerpo técnico él pertenecía, en el que, en una tarde de 2011, terminó deambulando desorientado por las calles de Trento.