Fue un verdadero logro el de los azulgranas y el marcador pudo ser más alto a favor del Barcelona. ¡Los seguidores ahora presumen la victoria!
El FC Barcelona volvió a sonreír en un Clásico tres años después y lo hizo además con una exhibición de las de sus mejores épocas al golear este domingo con mucha autoridad por 0-4 en el Santiago Bernabéu a un Real Madrid inoperante y perdido en todo el encuentro.
El ‘efecto Xavi’ aterrizó de lleno en el coliseo madridista. Su equipo sabía lo que se jugaba y puso empeño, entusiasmo y, sobre todo, mucho fútbol. ¡Al parecer los barcelonistas ya no extrañan a Lionel Messi!
El recuperado Dembélé, le ha dado contundencia a un estilo donde Pedri marcó el ritmo y la plasmó ante el líder madridista que nunca encontró su rumbo, ni su identidad y se mantuvo demasiado perdido ante dos bajas que le hicieron mucho daño.
Valverde, como relevo, y Modric, en posición, fueron las opciones del técnico madridista para paliar la baja de su goleador, mientras que Xavi se encontró con Araujo en el lateral derecho. El uruguayo sufrió inicialmente con Vinicius y por ahí llegaron las mejores opciones locales al comienzo, con una mano de Ter Stegen a Valverde.
El equipo blaugrana no se amedrentó y perdonó de forma más clara en un remate cercano de Aubameyang, poco fino en la definición ante Courtois, que posteriormente también sacó el potente disparo de Dembélé.
En medio de las reclamaciones de que el guardameta había derribado al brasileño, Dembélé volvió a complicar a Nacho para conectar de nuevo con Aubameyang y con Courtois negándole otra vez el gol. Sin embargo, la jugada terminó en saque de esquina y Araujo se elevó por encima de todos para empezar a teñir de color culé el Clásico.
La anotación no despertó al líder, incapaz de tener el control ni tampoco de poder salir ya al contragolpe, con su rival bien protegido y sin apenas permitir que Araujo se desplegase por su banda.
Aun así, un error en una estrategia de saque de esquina, el Real Madrid encontró espacio para correr, pero Vinicius, solo ante Ter Stegen, no acertó a controlar bien y ya no pudo superar al guardameta alemán.
Sin pelota, el Real Madrid no pudo asomarse hacia el área rival y el peligro merodeó más por las mediaciones de la suya, con Casemiro realizando un corte primordial ante Ferran Torres tras un gran pase de Pedri. El próximo acercamiento no lo perdonó el Barça. Dembélé desbordó a Nacho y su centro lo cabeceó fulgurantemente Aubameyang para aumentar su buen momento goleador.
El partido terminó y el Real Madrid no encontró la forma de medirse ni siquiera en uno de sus conocidos arreones y tampoco recibió en exceso la ira de su afición. El Barça fue aflojando también y con los minutos pasando sin excesiva historia, el Clásico fue culé por primera vez desde marzo de 20.