Los penaltis, el mayor enemigo de la historia reciente de la selección inglesa, castigaron a una rácana Inglaterra y alzaron el vuelo de Italia, que gana la segunda Eurocopa de su historia y se encumbra ante la afición de Wembley (1-1 (3-2)).
La racanería inglesa, desatada desde el gol de Luke Shaw en el minuto dos, fue castigada por los dioses del fútbol en los penaltis, después de que Leonardo Bonucci lograra el empate y mandara el encuentro a la prórroga.
Un encuentro bastante igualado desde el primer minuto en el que Inglaterra logró ponerse arriba gracias al gol más rápido en la historia de las finales de la UEFA Euro de Luke Shaw en el primer minuto y 57 segundos.
Después de un primer tiempo en el que Italia dominó el balón, pero no pudo generar peligro, en la segunda mitad los azzurri lograron demostrar un mejor nivel de juego.
El defensor Bonucci empató el encuentro en el minuto 67 después de un tiro de esquina.
La final se decidió en la tanda de penales. En la que la Selección de Italia ganó 3-2 a Inglaterra. Los dos arqueros, tanto Pickford como Donnarumma, lograron ser protagonistas al tapar dos disparos cada uno.
Los lanzamientos, Gianluigi Donnaruma se vistió de héroe, paró dos penaltis y entonó el himno italiano en el templo inglés.