jueves, noviembre 14, 2024

La trampa de internet: ¿Cuándo se convierte en una adicción?

Internet es una herramienta extraordinaria que nos facilita la vida en muchos ámbitos. Sin embargo, algo tan útil y práctico puede volverse en nuestra contra si no lo utilizamos adecuadamente. ¿Cómo detectar la adicción a la red? ¿Qué hacer para superarlo?

“El uso de internet comienza a suponer un problema y se convierte en una adicción cuando la persona utiliza las plataformas o dispositivos de forma desmesurada y esto interfiere en sus actividades diarias” explica la psicóloga Beatriz Canseco de la Rosa, del centro de psicología Cuarto de Contadores en Leganés (Madrid).

“Puede considerarse que una persona es adicta a internet cuando pierde el control sobre el tiempo que le dedica y tiene la necesidad de estar conectada a sus aplicaciones y pendiente de sus dispositivos. Además, hay una pérdida de interés por otras actividades”, añade.

De igual modo, los especialistas del Hospital Clínico de Barcelona señalan que las personas con adicción a internet presentan irritabilidad y malestar cuando no pueden acceder a la red, estado que se conoce como abstinencia. También experimentan necesidad de ir aumentando el tiempo de conexión para sentirse satisfechas.

Además, tienen dificultades para mantener las actividades habituales, como relaciones familiares, rendimiento académico, actividades lúdicas con amigos, deportes, etc.

“Quienes con más frecuencia hacen un uso abusivo de internet, teniendo en cuenta la edad, son los adolescentes y jóvenes”, apunta Beatriz Canseco.

Un factor de riesgo importante son los aspectos emocionales y de personalidad. Así, de acuerdo con la psicóloga, “son más propensas a la adicción a internet personas con dificultades para relacionarse socialmente y aquellas con una autoestima baja o un bajo estado de ánimo”.

La especialista manifiesta que las actividades a las que más se enganchan las personas en internet son las redes sociales y las plataformas de juegos online. En este sentido, destaca las páginas de apuestas deportivas.

Desde el Servicio de Prevención y Tratamiento de Adicciones del Ayuntamiento de Madrid subrayan que el fácil acceso a las apuestas deportivas y juegos de azar y la posibilidad de hacer apuestas de poco dinero lleva a adolescentes y jóvenes a creer que el riesgo es mínimo.

“El anonimato que les da internet y la inmediatez de los resultados son dos de los motivos que les incitan a ‘probar suerte’ en este tipo de juegos”, aseguran desde el servicio madrileño.

También añaden que, “aunque ganen alguna vez, las pérdidas siempre superarán las ganancias y las pérdidas llegarán. Es entonces cuando intentarán recuperar lo perdido, lo que les llevará a pedir y, en ocasiones, a robar dinero a familiares o amigos”.

Entre otras medidas de prevención, los especialistas del Ayuntamiento de Madrid aconsejan fomentar la “cultura del esfuerzo” en contraposición a la “cultura del pelotazo” y enseñar a los adolescentes a gestionar el dinero.

“Deben comprender el valor de las cosas que disfrutan y hay que ayudarles a establecer prioridades, ahorrar y planificar gastos a corto, medio y largo plazo”, destacan los especialistas.

“Es importante que conozcan los productos financieros: los intereses, los plazos, las condiciones, etc. para que no les engañen con grandes ofertas de dinero fácil”, añaden.

En cuanto a la adicción a las redes sociales, Beatriz Canseco señala que suplir los episodios de soledad o carencias afectivas, así como la búsqueda de reconocimiento y aceptación social son sus principales razones.

“En algunos casos puede utilizarse el consumo abusivo de redes sociales como una vía de escape para desconectar de las situaciones problemáticas del día a día”, señala.

Otra razón importante, apunta la experta, es “la recompensa que ofrecen las redes sociales a la hora de conseguir información, ya que se obtiene de una manera inmediata y con facilidad”.

Pero, ya se trate de adicción a las redes sociales, al juego online o a cualquier otra actividad desarrollada en internet, la psicóloga indica que los allegados de alguien pueden reconocer este problema al notar en la persona “un distanciamiento de su entorno, bajo rendimiento laboral o académico, irritabilidad y altos niveles de ansiedad” cuando no tiene acceso a la red.

Canseco manifiesta que el tratamiento para la adicción a internet y a las redes sociales se lleva a cabo con intervención psicológica y, en ocasiones, puede complementarse con administración de fármacos.

Para prevenir recaídas, la psicóloga indica que es conveniente desarrollar un plan de actividades de ocio y disfrute para que la persona pueda tener una vida socialmente activa lejos de la pantalla.

“El plan de tratamiento psicológico ayudará a establecer un uso adecuado de los dispositivos, organizando horarios y tiempos de conexión limitados, y se desarrollará un plan de actividades de ocio más allá de la conexión a internet”, relata.

“Además, se interviene a nivel emocional y social para que la persona cobre confianza en sí misma y autocontrol, con el objetivo de que sea capaz de aceptar e interpretar correctamente las situaciones cuando esté sola y logre actuar de manera adecuada en esos momentos”, añade.

“Hay que instarle a que busque una afición que le genere bienestar personal, además de dotarle de técnicas de afrontamiento de situaciones estresantes o novedosas”, concluye la psicóloga.

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