En Corea del Sur se castiga a quienes prometan dar o recibir ganancias a cambio de un órgano o que ayude o instigue a hacerlo, razón por la que esta mujer ahora debe pagar al menos dos mil dólares de multa.
Una mujer de 53 años fue multada este miércoles por un tribunal de Seúl, en Corea del Sur, después de prometer donar parte de su hígado a un empresario a cambio de un empleo para su hijo y 100 millones de wones (unos 78.000 dólares).
El juez del tribunal, Park Jeong-gil, ordenó a la mujer, identificada como ‘K’, pagar una multa de tres millones de wones (2.300 dólares) por violar la Ley de Trasplante de Órganos, que ordena castigar a quien prometa dar o recibir ganancias financieras o cualquier otra compensación a cambio de un órgano o que ayude o instigue a otro a hacerlo, recogen medios locales.
Según la Fiscalía, en febrero de este año, ‘K’ escuchó de un amigo que el presidente de una compañía de construcción estaba gravemente enfermo y necesitaba un trasplante de hígado, tras lo cual, se puso en contacto con un empleado de la empresa.
En una reunión con el trabajador, ‘K’ aseguró que estaba dispuesta a donar su hígado a cambio de 100 millones de wones y un puesto de trabajo para su hijo en la constructora. La propuesta fue aceptada por el hijo del presidente de la empresa.
Un mes más tarde, la mujer entró a un hospital en Seúl para someterse a una prueba antes de la transferencia de órganos, haciéndose pasar por la nuera del hombre que recibiría el trasplante. Sin embargo, el procedimiento nunca se llevó a cabo, ya que ‘K’ dio positivo por covid-19 poco antes de la operación.
Mientras la mujer era tratada en el hospital, una enfermera descubrió que su relación con los cuidadores era sospechosa y la denunció por tráfico de órganos, por lo que se inició una investigación. El presidente de la empresa murió en julio pasado.
‘K’ fue llevada a juicio acusada de recibir promesas a cambio de donar su hígado y pidió indulgencia argumentando que no sabía que estaba infringiendo la ley. “Pensé que mi hijo podría conseguir un trabajo si la operación era un éxito. También me volví codiciosa porque prometieron darme dinero”, expresó.
El tribunal, además, condenó como cómplices al empleado con el que mantuvo contacto y a otro individuo, con una pena de 6 y 12 meses de prisión, respectivamente.