En los nuevos capítulos de la serie de Netflix “Harry & Meghan”, el hijo menor de Lady Di explico cómo fue su retirada con su esposa a California.
Entre gritos, mentiras y el silencio de la reina Isabel se zanjó una grieta infranqueable en el núcleo de la monarquía británica y la retirada oficial de los duques de Sussex a California. Así lo rememora el hijo pequeño de Carlos III y Lady Diana Spencer en los tres capítulos finales de la serie documental de Netflix, Harry y Meghan, cuyas emisiones han comenzado este miércoles 15.
“Fue terrorífico tener a mi hermano gritando y chillándome, a mi padre diciendo cosas que no eran verdad y a mi abuela callada absorbiéndolo todo”, señala el príncipe Harry del encuentro que precipitó su ruptura con la institución monárquica. Se refiere a la reunión familiar en la casona de Sandringham, donde había disfrutado de tantas navidades con el resto de los Windsor, pero la conversación entre Isabel II, Carlos y sus dos hijos fue tensa y fría ese enero de 2020.
Discutían el futuro de la pareja (en ausencia de Meghan, que no fue invitada, según remarca en el documental) que planteaba trabajar para la Firma en la esfera de la Commonwealth, mudarse quizá a Sudáfrica y, sobre todo, romper con lo que Harry describe como la “relación simbiótica” entre la casa real y los medios de comunicación.
“Fue muy duro”, admite de ese momento en que sus planes iniciales se hicieron añicos. “Lo más triste es que se creó una brecha entre mi hermano y yo, y ahora él forma parte de la institución”. Harry dice comprender la situación del heredero del trono, cuya “responsabilidad es la supervivencia y continuidad” de la monarquía.
Pero reprocha que su hermano mayor haya consentido entrar en el “negocio del canje” de supuestas primicias palaciegas para contentar a los tabloides. Alega, además, que el palacio de Kensington, portavoces de Guillermo, actuó en contra de Meghan y difundió un comunicado en nombre de los dos hermanos sin su previo aviso ni consentimiento. Fue la guinda del pastel que trajo a la memoria, en gráficas imágenes y declaraciones de Lady Di, la brutal guerra pública que se entabló entre los respectivos representantes y amigos de sus padres y antaño príncipes de Gales.
“Guillermo y yo vimos lo que pasó en la oficina de nuestro padre. Y acordamos que nosotros nunca permitiríamos que eso sucediera en nuestras oficinas”, sostiene Harry.