La cantante Paulina Rubio y su hijo Andrea, fruto de su relación con Nicolás Vallejo Nágera “Colate”, tendrán que asistir a terapia familiar por orden judicial mientras avanza la investigación por una presunta agresión física.
El caso, que ha generado revuelo mediático en los últimos días, llevó a la jueza Marlene Fernández a dictar esta medida como una forma de reducir el conflicto y salvaguardar el bienestar emocional del menor.
Aunque aún no hay un veredicto definitivo sobre las acusaciones, la corte determinó que la terapia es necesaria para evitar una escalada en las tensiones familiares. La decisión llega en medio de la ya complicada relación entre Rubio y “Colate”, quienes han mantenido disputas públicas en el pasado.
Fuentes cercanas al caso indican que la terapia busca restablecer la comunicación entre la artista y su hijo, mientras las autoridades continúan investigando los cargos presentados.
La “Chica Dorada” ha enfrentado escrutinio legal y mediático tras conocerse su comparecencia ante la corte de Florida. Hasta ahora, ni Rubio ni su ex pareja han hecho declaraciones públicas sobre el fallo judicial.