Los problemas maritales habrían aumentaron luego de que Spotify no renovará su contrato con Meghan Markle y un alto ejecutivo los acusara de “malditos estafadores”.
El príncipe Harry y Meghan Markle nuevamente son polémica tras los rumores que corren en las redes sociales de una separación. El matrimonio tuvo varios golpes estos últimos meses y el más grave de ellos es su situación financiera. Algunas fuentes aseguran que la pareja está viviendo separada para no agravar el conflicto.
Durante el 2022 los duques de Sussex llenaron sus bolsillos a partir del documental que hicieron con Netflix para exponer a la familia real británica, la autobiografía del hijo menor de Lady Di y con el podcast Archetypes que la exactriz conducía en Spotify. Sin embargo, el matrimonio recibió un duro golpe cuando el público dejó de mostrar interés en las críticas que le hacían a la corona y hasta señalaban que lo hacían porque si no, no tendrían ingresos.
Una fuente cercana al matrimonio reveló que “Se están tomando un tiempo aparte” para descifrar qué quiere cada uno para su vida, ya que su crianza en mundos tan opuestos demostraron la poca compatibilidad que tienen como pareja.
La desestabilización más impactante para Markle fue la no renovación de su contrato con la plataforma musical. El contrato que hicieron con Spotify consistía en una suma de 20 millones de dólares para que la estadounidense entrevistara a famosas y hablara de las trabas y estereotipos que deben enfrentar las mujeres en sus ambientes laborales.
Pero según declararon, la duquesa faltaba a sus entrevistas y solo editaba su voz para que pareciera que ella misma había hecho el trabajo. Esto provocó la baja de la empresa y que uno de sus ejecutivos los acusaran de estafadores. Este grave conflicto se dio en medio de todos los rumores de divorcio, donde el príncipe Harry tendría deseos de regresar al Palacio de Buckingham.
“Están analizando qué los golpeó. Harry no encaja en el mundo chabacano de Hollywood”, reveló otra fuente cercana según el portal Semana y se debe a los rumores de que la duquesa querría volver a dedicarse a la actuación, pero el rey Carlos III no lo permitiría, por lo que la solución sería el divorcio.