Los científicos explican que, si bien nunca habían visto nada igual, cada once años sucede algún fenómeno extraño.
Hace un par de días, astrónomos del Observatorio de Dinámica Solar (SDO, por sus siglas en inglés) de la NASA lograron captar una secuencia en video en donde se puede apreciar claramente un extraño torbellino superficial conformado de poderosos vientos que se formó en el polo norte del Sol.
Pero de este fenómeno lo que más ha llamado la atención es que el vórtice emerge un gran filamento de plasma que nunca antes se había visto, por lo que los científicos desconocen qué originó este “desprendimiento” del Sol.
“¡Hablando de vórtice polar! El material de una prominencia del norte se desprendió del filamento principal y ahora está circulando en un vórtice polar masivo alrededor del polo norte de nuestra estrella”, escribió en Twitter, la semana pasada, la meteoróloga espacial, Tamitha Skov.
“¡Las implicaciones para comprender la dinámica atmosférica del Sol por encima de 55° (de latitud solar) aquí no pueden exagerarse!”, agregó.
Scott McIntosh, quien es subdirector del Centro Nacional de Investigación Atmosférica en Boulder, explicó en una entrevista que si bien nunca había visto un vórtice como este, algo extraño pasa con regularidad.
Cada 11 años del ciclo solar caracterizado por la generación de manchas solares y erupciones, aparece este fenómeno. Al parecer se relaciona con la inversión del campo magnético, que ocurre una vez cada ciclo solar, pero se desconoce qué lo impulsa.
“Una vez cada ciclo solar, se forma en los 55° y comienza a marchar hacia los polos solares”, comentó McIntosh.
“Es muy curioso. Hay una gran pregunta de ‘por qué’ a su alrededor. ¿Por qué solo se mueve hacia el polo una vez y luego desaparece y luego regresa, mágicamente, tres o cuatro años después exactamente en la misma región?”, añadió.
Los científicos han observado regularmente que los filamentos se desprenden de esta cerca del plasma que rodea los polos, pero hasta la fecha no lo habían visto formar un torbellino polar de este tipo. También saben que las regiones polares del Sol tienen un papel importante en la generación del campo magnético de la estrella, que, a su vez, impulsa su ciclo de actividad que dura 11 años. “Sin embargo, solo podemos observar al Sol desde el plano de la eclíptica (el plano en el que orbitan los planetas)”, puntualizó McIntosh.