La cantante Selena Gomez lleva cerca de un año inmersa en una dinámica de transparencia informativa total acerca de sus momentos de mayor vulnerabilidad en el plano anímico, consciente como es ahora de que expresarse abiertamente sobre sus problemas e inquietudes supone un paso de gran importancia a la hora de encontrar la tan ansiada estabilidad emocional.
Tanto es así, que en su última entrevista la estrella de la música ha reconocido que podría haber desplegado un comportamiento especialmente autodestructivo en sus peores rachas personales, como las referentes a la enfermedad de Lupus que le fue diagnosticada hace cinco años, el transplante de riñón al que se sometió en consecuencia, su paso por quimioterapia y, asimismo, sus dramáticas rupturas con artistas como Justin Bieber o The Weeknd.
“Sigo diciéndome a mí misma: ‘Tienes que ayudar a la gente’. Y esa es una de las cosas que me mantienen con fuerzas. Ha habido momentos en los que no era lo suficientemente fuerte y en los que podría haber acabado haciéndome mucho daño”, ha revelado Selena en conversación con la revista Elle, en la que también se ha pronunciado sobre las dificultades que tiene para lidiar adecuadamente con su trastorno bipolar, agravadas entre otras cosas por su constante exposición pública.
“Mi lupus, mi trasplante de riñón, la quimioterapia, tener una enfermedad mental, tener que afrontar rupturas sentimentales ante el ojo público… Es que son muchas cosas las que, sinceramente, podrían haberme derrotado. Cada vez que me ocurre algo pienso: ‘¿Pero qué más? ¿Qué es lo próximo a lo que me voy a enfrentar?'”, ha admitido la antigua estrella Disney.