El pasado 19 de septiembre, como si se tratara de una mala jugada del destino, se registró un fuerte sismo de 7.7° en escala de Ritcher, el cual tuvo como epicentro las costas de Michoacán y que se sintió con bastante intensidad en la Ciudad de México y sus alrededores.
En redes sociales se compartieron varias fotografías y videos de cómo los habitantes de la capital mexicana vivieron nuevamente el horror de sentir un sismo en una fecha muy significativa, pues ese mismo día pero de hace 36 años ocurrió un terremoto que resultó devastador para la ciudad.
De esos videos, hay uno que ha llamado mucho la atención. Este fue captado al interior de una sala de operaciones del Hospital de Pediatría “Dr. Silvestre Frenk Freund”, del Centro Médico Nacional Siglo XXI del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en donde un grupo de doctores se encontraban realizando una cirugía de alto riesgo a un bebé de 5 meses, diagnosticado con craneosinostosis, un problema congénito que cierra los huesos del cráneo de manera prematura y puede ocasionar deformación.
En el video se ve a los cirujanos en la intervención cuando de repente, uno de sus auxiliares les informa que está temblando, mientras que comienzan a moverse las lámparas y otro equipo que hay en el techo de la sala de operaciones.
“Está fuerte”, se le escucha decir a uno de los doctores cuando ocurre un corte de luz que duró apenas unos cuantos segundos. A pesar de la emergencia, los médicos continuaron con la cirugía, ya que esta era sumamente compleja y requería un alto grado de precisión.
En total, fueron 7 miembros del personal médico de este hospital los que continuaron atendiendo al bebé, entre ellos anestesiólogos, cirujanos y enfermeras, y por fortuna el procedimiento quirúrgico fue exitoso.
De igual modo, el hospital en donde ocurrió esta situación, informó que se activaron los protocolos de emergencia y seguridad, en donde afortunadamente, todo quedó en un gran susto.
“Antepusieron su profesionalismo y la integridad del paciente”, dijo el doctor Fernando Soriano Padilla, jefe de Cirugía Maxilofacial del hospital.
“Nosotros tenemos familia, padres, hijos. Pero también ese hijo, que sus padres están afuera. Entonces, es el gran compromiso que tenemos como médicos ante el paciente, y eso nos hace anteponer a nuestra familia y a todo en favor de nuestros pacientes”, agregó.
El padre del bebé, un hombre identificado únicamente como Christian, dijo sentirse muy agradecido con el personal del hospital por haber actuado de forma profesional, pese al riesgo que para ellos implicó quedarse en la sala de operaciones durante el sismo.
“Ellos son unos guerreros, unos súper héroes, por mantener esa paciencia y esa calma”, sentenció el padre.
