Irán atacó hoy sábado con una moderada cantidad de misiles a Israel como represalia por el ataque perpetrado por fuerzas militares israelitas al consulado de Irán en Siria la semana pasada. El ataque no puede leerse como una acción destinada a provocar una escalada del conflicto entre Israel y Hamas en el medio oriente. Porque a sabiendas que sus misiles no iban a penetrar el Domo de Hierro, que es un escudo antimisiles que protege Tel Aviv y otras ciudades en el país, lo hicieron de esa manera.
El ataque si Irán hubiera querido provocar una matanza en Israel, lo hubiera hecho con otro tipo de misiles supersónicos con los que cuenta en su arsenal. Este ataque fue anunciado previamente, y es como para salvar su honor.
Esta lectura esperamos sea la que lea Joe Biden y sus asesores militares, y no se dejen influenciar por el primer ministro Netanyahu, que lo que pretende provocar es una escalada del conflicto obligando a los Estados Unidos y sus aliados a entrometerse en una guerra que por el momento es de pequeña escala, entre Israel y Hamas.
Israel no debería y Joe Biden debe hacérselo ver claramente; arremeter un contraataque contra Irán de forma desproporcional, sino en acorde al ataque moderado de misiles lanzados por Irán. De lo contrario estamos hablando que se armaría una guerra de nivel mundial.
Estamos confiados en que Estados Unidos ni ningún otro país, quiere ni desea una escalada del conflicto a nivel mundial. Suficiente tuvimos con la pandemia del Covid, de la cual el mundo todavía no se ha repuesto a nivel económico; y del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, como para desestabilizar al mundo con un conflicto de proporciones gigantescas que arruinaría por completo la convivencia humana en el planeta.