Ankara ha estado tomando cartas en el asunto tras una explosión mortal en Estambul, donde fallecieron media docena de personas y hubo 81 heridos.
Turquía analiza la posibilidad de realizar una operación terrestre en Siria e Irak después de los ataques aéreos que realizó la semana pasada contra posiciones del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) y las Unidades de Protección Popular (YPG), al norte de los países vecinos.
“No es posible que se limite a una operación aérea. El alcance de la participación de las fuerzas terrestres en esta operación lo decidirán conjuntamente nuestras unidades competentes, el Ministerio de Defensa y el Estado Mayor”, declaró el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, citado por la prensa local. “Haremos consultas y luego tomaremos las medidas correspondientes”, agregó.
El pasado domingo, Ankara afirmó que su operativo tenía los objetivos de “prevenir ataques terroristas” contra el pueblo turco y las fuerzas de seguridad, así como también “garantizar la seguridad de las fronteras y destruir el terrorismo en su origen”. Paralelamente, agregó que todas las acciones militares por su parte se efectuaron conforme al derecho a la “legítima defensa” en virtud del artículo 51 de la Carta de la ONU.
“Solo se atacó a terroristas y sus escondites como refugios, búnkeres, cuevas, túneles y almacenes”, aseguró el ministro de Defensa turco, Hulusi Akar, y aclaró que las Fuerzas Armada turcas “responderán a cualquier ataque a traición” contra el país.
Ankara llevó a cabo la ofensiva luego de una explosión mortal en Estambul, detrás de la cual, según el Gobierno turco, están el Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) y el Partido de la Unión Democrática (PYD), considerados por Turquía como organizaciones terroristas. La explosión ocurrió la tarde del 13 de noviembre y causó seis muertos y 81 heridos.
“Como hemos dicho antes, si alguien genera disturbios en nuestro país y nuestras tierras, se lo haremos pagar”, dijo Erdogan y señaló que, actualmente, se están planeando muchos atentados que suponen una amenaza para la nación.
Esta jornada, las autoridades turcas informaron sobre cuatro cohetes disparados por miembros de las organizaciones terroristas YPG y PKK que alcanzaron una escuela secundaria y dos casas en el centro del distrito de Karkamis, en provincia fronteriza de Gaziantep. Según las últimas estimaciones, tres personas perdieron la vida y otras 10 resultaron heridas.
“Hacer inofensivas a estas organizaciones terroristas y destruirlas es un deber indispensable de nuestras fuerzas de seguridad”, señaló el líder turco.