Competía en la misma categoría con Emma, Hillbilly Elegy, Mank y Pinocchio.
El español Sergio López-Rivera ganó el Óscar al mejor maquillaje por su trabajo en la película “Ma Rainey’s Black Bottom” en la 93 edición de los premios de la Academia de Hollywood.
López-Rivera subió al escenario a recoger el galardón, pero cedió el turno de palabra a sus compañeras, Mia Neal y Jamika Wilson, que se convirtieron en las primeras mujeres de color que ganan este premio en toda la historia de los galardones.
López-Rivera, nacido en Sevilla, criado en Santander desde los tres años y emigrado a Los Ángeles desde los 19, llevó el personaje de la cantante tan al límite que reprodujo incluso las gotas de sudor de la intérprete de blues, una mujer compleja de carácter duro que sudaba a raudales y con un diente de oro, un rol por el que la propia Davis aspira a un Oscar como mejor actriz.
El maquillador español subió a recibir el premio visiblemente emocionado, pero no pronunció una sola palabra. Competía en la misma categoría con Emma, Hillbilly Elegy, Mank y Pinocchio.
Han sido días muy especiales y agitados para el cántabro, que confesaba en entrevistas con medios españoles que le han bombardeado a llamadas estos días, lo que le hizo pensar en el pasado, en sus ganas de estar en Los Ángeles y soñar con trabajar con los mejores, con la ambición de fondo de una estatuilla dorada.
López-Rivera cuenta que Davis le llamó al recibir el papel con el reto de recrear a una mujer fotografiada tan solo siete veces a lo largo de su vida. Descubrieron que, además del sudor constante y el diente dorado, era una mujer gorda y la más fea de la industria. Reto más que superado y coronado con un Oscar.
Dirigido por George C. Wolfe, el filme de Netflix es un drama musical con tintes biográficos, ambientado en el Chicago de los años veinte y centrado en la tensión de una jornada de grabación con la legendaria madre del blues, protagonizada, además de por Davis, por Chadwick Boseman, nominado de forma póstuma a un Oscar como mejor actor.