Aunque la pareja se mostro relajada en la entrega de los Latin Grammy, la realidad parece otra cosa, “ya no se soportan”

Ángela Aguilar y Christian Nodal desfilaron por la alfombra roja de la entrega número 25 de los Latin Grammy la noche del 14 de noviembre. Pese a los comentarios negativos que rodean al reciente matrimonio, los cantantes de “Dime cómo quieres” posaron frente a las cámaras y protagonizaron un romántico beso.

Además de su aparición pública desde Miami, Florida, los famosos fueron captados por varias cámaras a lo largo del evento, lo que dejó al descubierto que la pareja parece no estar en su mejor momento.

En un video difundido en redes sociales, principalmente en TikTok, se ve a Ángela y Nodal recibiendo indicaciones detrás del escenario, cuando de un momento al otro el sonorense se ofrece acompañarla y la joven hija de Pepe Aguilar responde: “No sé, como quieras”.

Como era de esperarse, la situación desató un sinfín de comentarios sobre la relación de los jóvenes intérpretes, pues mientras algunos aseguran que “ya no se soportan”, otros mencionan que es una frase muy común cuando ya se está cansado de algo.

Después de que los famosos se volvieron tendencia al aparecer juntos en los Latin Grammy, la grafóloga Maryfer Centeno analizó el lenguaje corporal de los cantantes del regional mexicano en su primera vez juntos en ese tipo de eventos.

“Ángela Aguilar, contoneándose, moviendo la cadera. Hasta con la mano muy pegada al cuerpo, por supuesto hay estrés. Justamente los labios son el reflejo de protegernos, hacer boquita como de trompeta puede ser un gesto que se puede tomar como de superioridad o como una forma de defensa”, comentó Maryfer.

De igual forma, habló sobre el intérprete de “Botella tras botella”, enfatizando en que ambos parecían estar sumamente nerviosos.

“Él tiene la mano adelante, delante de la palma de ella, por lo tanto, tiene una posición de protección y de seguridad. Él se ve hasta rígido cuando está con ella de lo orgulloso que está. Hasta los pasos amplios”, explicó.

Pese al estrés que reflejó el matrimonio, la grafóloga concluyó que ambos parecen estar orgullosos, pues realizan movimientos que indican que “presumen a su pareja”.