El cantante ha hablado sobre la importancia de la salud mental y sobre ser conscientes de las consecuencias a las que nos pueden llevar las drogas.
En la tarde del miércoles 16 de octubre, el mundo conocía la noticia del accidente del cantante británico Liam Payne, quien falleció tras caer de un tercer piso del hotel CasaSur Palermo, en Buenos Aires, Argentina.
Tras dos semanas del incidente, las autoridades han revelado detalles clave para esclarecer los momentos previos a la muerte del exmiembro de One Direction.
El informe sugiere que el artista de 31 años había consumido una serie de drogas psicoactivas a lo largo del día. De hecho, empleados del hotel notificaron a los servicios de emergencia el comportamiento errático y agresivo de Payne en la recepción del establecimiento.
Sumado a esto, hay reportes previos que indican que el intérprete de ‘Teardrops’ había estado experimentando distintos conflictos en su vida personal y profesional, lo que pudo haber desencadenado su recaída en las drogas.
En una entrevista que brindó Balvin al pódcast de Enrique Santos, el reconocido artista de música urbana expresó el impacto emocional que la muerte del cantante británico habría causado en él.
En un comentario breve sobre el tema, el antioqueño recalcó la importancia de seguir abordando estrategias para el cuidado de la salud mental. No obstante, enfatizó las consecuencias que el consumo de drogas puede tener y la atención que requiere el asunto.
“Él no era un colega, era un amigo. Entonces, si me tiene en shock la muerte del parcero y bueno, una vez más creo que hay que hablar sobre la salud mental, pero también estar conscientes sobre la droga y a dónde nos lleva”, expresó J Balvin.
No es la primera vez que el cantante urbano aborda temas sobre salud mental, ya que en el pasado relató su propia experiencia atravesando un desbalance emocional que lo tuvo fuera de los escenarios por un tiempo.
Según afirmó la revista ‘Forbes’, el cantante cuenta con una plataforma cuyo enfoque es transformar las emociones y pensamientos negativos en “potencial creativo”, brindando herramientas para identificar los sentimientos, así como gestionarlos.