Militantes de Hamas en Gaza lanzaron cohetes contra Israel por segundo día este martes y aviones israelíes dispararon misiles contra el territorio palestino, donde el Ministerio de Salud dijo que el número de muertos aumentó al menos a 26, incluidos nueve niños. Israel argumenta que solo se defiende.
Desde el lunes, militantes palestinos lanzaron más de 400 cohetes hacia Israel en medio del pico de violencia y tensiones en la región. Menos de 20 cohetes lograron superar su principal escollo: la Cúpula de Hierro, el sistema antimisiles israelí que interceptó la mayoría de los disparos.
El escudo está en servicio desde hace casi una década y forma parte de los instrumentos que permiten a Israel mantener un predominio militar sobre sus vecinos. El Ministerio de Defensa divulgó las imágenes sobre cómo el sistema interceptó un misil de Hamas sobre Ashkelon en las últimas horas.
El volumen del ataque no tiene antecedentes en los últimos años: el último reporte señala que hubo al menos dos muertes y unos 70 heridos en la ciudad israelí cercana a la Franja de Gaza.
En marzo, Israel presentó una nueva versión de su escudo antimisiles, desplegado en las fronteras con Gaza, Líbano y Siria, que ahora puede interceptar “simultáneamente” cohetes, misiles y drones.
Si bien esta batería antimisiles no puede bloquear los globos incendiarios y otros proyectiles lanzados a muy baja altura, ahora puede contrarrestar tanto los misiles como los drones. “La Cúpula de Hierro ha sido probada en una variedad de escenarios complejos (…) y ha interceptado drones, cohetes y salvas de misiles simultáneamente”, dijo el ministro de Defensa israelí, Benny Gantz, en un comunicado.
Los principales focos de amenaza que sufre Israel provienen de Hamas y Hezbollah, pero también está en alerta permanente ante los misiles balísticos de largo alcance de Irán.
Su historia
En 1991, durante la guerra del Golfo, el general Daniel Gold, investigador del Ministerio de Defensa, dijo por primera vez que Israel requería un dispositivo capaz de destruir misiles en pleno vuelo.
Las fuerzas de Sadam Husein lanzaban cohetes Scud contra Tel-Aviv y la urbe se vació de sus habitantes, dijo durante una entrevista en el ministerio de Defensa: “Había que hacer algo”. Tras 15 días, el general Gold y su equipo concibieron unos veinte prototipos, antes de abandonarlos. Luego crearon un sistema con socios del sector privado de la defensa.
“Presagiaba que los disparos de cohetes se convertirían en una amenaza mayor para Israel (…), para la que no había entonces solución”, dijo. Sus superiores no consideraban la defensa antimisiles como una prioridad.
Pero en 2007, cuando la “Cúpula de hierro” se estaba elaborando, el movimiento islamista Hamas tomó el control de Gaza y lanzó cohetes y otros proyectiles hacia el territorio israelí.
Hubo que esperar a 2011 para que la famosa “cúpula” fuera desplegada. Era esencial para “salvar vidas” y “garantizar algo parecido a la vida normal en Israel”, dice. Inclusive cuando caía una lluvia de cohetes, era necesario que los habitantes pudieran “al menos ir a trabajar”.
Desplegado hace más de una década, el sistema suscitó de antemano el escepticismo sobre su eficacia. Luego interceptó miles de cohetes palestinos provenientes de la franja de Gaza, generando honores a su creador y cambiando el panorama militar de la región.