Esto es con el fin de indemnizar las demandas judiciales a las que se han visto sometidos.
Tres grandes compañías tabaqueras de Canadá propusieron pagar indemnizaciones por valor de unos 32.500 millones de dólares canadienses (unos 23.546 millones de dólares estadounidenses) para cerrar varias demandas judiciales presentadas por miles de fumadores del país.
La propuesta la presentaron las empresas JTI-Macdonald Corp., Rothmans, Benson & Hedges e Imperial Tobacco Canada Ltd. ante un tribunal de la provincia de Ontario.
La propuesta presentada en la noche del jueves por las compañías para desbloquear la lucha judicial ofrece pagar 24.800 millones de dólares canadienses a los Gobiernos provinciales, 4.250 millones de dólares a unas 100.000 personas en Quebec y unos 2.500 millones de dólares a fumadores de otras provincias que diagnosticados con cánceres y otras graves enfermedades asociadas con el tabaquismo.
Además, las compañías destinarán más de 1.000 millones de dólares canadienses a una fundación para combatir enfermedades relacionada con el tabaquismo.
La propuesta tiene que contar con la aprobación de los tribunales, así como de los demandantes.
En un comunicado, la firma de abogados que representa a los demandantes de Quebec, Trudel Johnston & Lespérance, señaló el apoyo de sus clientes a la propuesta presentada por las compañías.
“Apoyamos el plan y estamos seguros que casi todos los acreedores votarán a favor de su adopción”, señalo el comunicado.
“Si el voto de los acreedores es favorable, tendrá que ser presentado ante el Tribunal Superior de Ontario, que escuchará a las partes interesadas antes de decidir si ratifica el voto de los acreedores. Esta vista se producirá probablemente a principios de 2025”, añadió.
El caso se inició en 1998 cuando fumadores con graves enfermedades y personas que no eran capaces de dejar de fumar presentaron dos demandas colectivas contra las compañías.
Las dos demandas quedaron agrupadas en 2012 y en 2015, los tribunales canadienses dieron la razón a los demandantes por lo que ordenaron el pago de 15.000 millones de dólares canadienses a las víctimas y sus herederos al considerar que las compañías tabaqueras primaron sus beneficios sobre la salud de sus clientes.
Al mismo tiempo, otros gobiernos provinciales en Canadá iniciaron demandas contra las compañías tabaqueras para intentar recuperar los costes asociados con el cuidado médico de los fumadores. Tras la decisión judicial, las tres compañías solicitaron a los tribunales la protección de acreedores para evitar hacer frente al pago, medida que aceptó un tribunal de Ontario en 2019.