Según las autoridades, pese a que el progenitor de la cantante abandonó Australia, que es donde ocurrió el incidente, todavía continúan investigando.
El padre de la cantante estadounidense Taylor Swift se fue de Australia después de ser denunciado por agredir a un fotógrafo, informó este martes la policía, que sigue investigando el caso.
Scott Swift, de 71 años, “dejó el país” pero “las investigaciones continúan”, dijo una portavoz de la policía australiana.
El entorno de la cantante no comentó la acusación, pero una portavoz denunció el comportamiento agresivo de dos individuos para intentar acercarse a Swift cuando desembarcaba de un superyate la madrugada del martes en Sídney.
La policía australiana reveló que había recibido una denuncia de que “un hombre de 71 años presuntamente agredió a un hombre de 51 años”.
Los hechos se produjeron sobre las 02H30 del lunes en la terminal de ferris de Neutral Bay, en el norte de Sídney, dijo la portavoz policial Alicia McCumstie.
“El hombre más joven denunció el incidente y se están realizando investigaciones por parte de agentes” de esa zona, agregó.
La policía australiana no suele identificar a los acusados, pero una fuente de seguridad y la presunta víctima, el fotógrafo Ben McDonald, dijeron que la denuncia era contra Scott Swift.
Taylor Swift, la megaestrella de la música, terminó el lunes su cuarto y último concierto en Sídney de su exitosa gira Eras Tour, que esta semana se desplaza a Singapur para cerrar su periplo por Asia-Pacífico.
El veterano fotógrafo McDonald se encontraba en el citado embarcadero para intentar sacar imágenes de la estrella en su superyate.
Pero, según su relato, el equipo de seguridad de Swift puso un paraguas delante de su cara para evitar que la fotografiara mientras caminaba por el embarcadero hacia otro vehículo.
Cuando Swift se había ido, un hombre se enfrentó a McDonald y le dio “un puñetazo en las costillas”, aseguró el denunciante.
“No sabía quién era, pero miré a las fotografías y lo vi de la mano con Taylor y era su padre”, afirmó. “Fue un shock. Nunca me había pasado en 26 años de trabajo”, agregó.