Un contingente de la policía ya se encuentra frente a su residencia, mientras el pleno de magistrados de la Corte Suprema de Justicia convocó a una reunión urgente para abordar la solicitud de extradición.
Estados Unidos solicitó a Honduras la extradición del expresidente Juan Orlando Hernández (2014-2022), sobre quien pesan señalamientos por narcotráfico, informaron el lunes fuentes oficiales cercanas al proceso.
La información se conoce poco después de que la Cancillería de Honduras informó en su cuenta de la red Twitter que remitió a la Corte Suprema “comunicación oficial de la Embajada de los EEUU”, solicitando formalmente el arresto provisional de “un político hondureño”, no mencionado, con el propósito de extradición a Estados Unidos.
De acuerdo con las mismas fuentes, Hernández se encuentra en territorio hondureño. La noche del lunes, en su residencia en la colonia San Ignacio de la capital Tegucigalpa, se observaba un fuerte dispositivo de seguridad.
En tanto, la cadena informativa CNN exhibió el documento en el cual el Ministerio de Relaciones Exteriores hace la solicitud a la Corte Suprema “con el propósito de extradición a los Estados Unidos de América de Juan Orlando Hernández Alvarado, alias JOH”.
El pasado 7 de febrero el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, había afirmado que Hernández fue incluido el 1 de julio de 2021 en el listado de personas señaladas de corrupción o de socavar la democracia en El Salvador, Guatemala y Honduras.
“Estados Unidos está promoviendo la transparencia y la rendición de cuentas en Centroamérica al hacer públicas las restricciones de visa contra el expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, debido a actos corruptos”, detalló Blinken. “Nadie está por encima de la ley”, subrayó.
Hernández, quien dejó la presidencia de Honduras el 27 de enero tras ocho años en el cargo, ha sido implicado por fiscales de Nueva York en nexos con el narcotráfico. Su hermano, el exdiputado “Tony” Hernández, fue condenado en marzo de 2021 a cadena perpetua en Estados Unidos por ese mismo delito.
En un comunicado, Blinken apuntó que “según múltiples informes creíbles de los medios”, Hernández “se ha involucrado en corrupción significativa al cometer o facilitar actos de corrupción y narcotráfico, y al utilizar las ganancias de actividades ilícitas para campañas políticas”.
El expresidente Hernández niega todos los cargos y asegura que las acusaciones son una venganza impulsada por los mismos capos de la droga que su gobierno capturó o extraditó a Estados Unidos.