jueves, enero 16, 2025
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Bukele no acepta injerencia extrajera; no se reúne con enviado especial de EE. UU.

El enviado especial del Gobierno de Estados Unidos para el Triángulo Norte de Centroamérica, Ricardo Zúñiga, intentó sin éxito reunirse con el presidente de El Salvador, Nayib Bukele.

El sitio en internet elsalvador.com, perteneciente a El Diario de Hoy, señaló en una publicación que el jefe de Asuntos Públicos de la embajada estadounidense, Matt Boland, dijo al medio que “el enviado especial Zúñiga esperaba reunirse con el presidente Bukele durante su visita a El Salvador y se solicitó una reunión”.

No obstante, según ese medio, “Boland añadió que esperan se presente una nueva oportunidad en el futuro”. Varias horas antes en una rueda de prensa en Washington, el portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Ned Price, se negó a aclarar si Zúñiga se reuniría con Bukele durante su visita de dos días. “No tenemos ningún encuentro del que informarle, pero si eso cambia estaremos encantados de hacerlo”, se limitó a decir Price.

El único alto funcionario del Gobierno de Bukele que se reunió con Zúñiga fue la ministra de Relaciones Exteriores, Alexandra Hill, según lo dio a conocer en Twitter el encargado de negocios del país norteamericano, Brendan O’Brien. “Todos coincidimos en la necesidad de mejorar la situación económica y de seguridad para que los salvadoreños no se sientan obligados a emprender #UnViajeEnVano en busca de oportunidades”, señaló el diplomático.

También “discutimos cómo fortalecer aún más nuestra excelente cooperación bilateral”, agregó. Ni el presidente Bukele ni la canciller Hill han hecho referencia a la visita de Zúñiga en sus redes sociales.

El martes, en su visita al territorio nacional, Zúñiga manifestó que Estados Unidos busca que Guatemala, cree “condiciones habilitantes” para sus ciudadanos como el Estado de derecho, empleo, salud y educación, para minar así la migración irregular.

Las 4 señales que alertan el surgimiento de nuevas variantes peligrosas de coronavirus

De acuerdo con los expertos, seguirá habiendo mutaciones mientras el virus esté en circulación.

La pandemia del coronavirus es algo nuevo a nivel mundial. Desde que iniciaron los contagios, los pacientes han reportado distintos síntomas y con el paso del tiempo, nuevas variantes.

Pero cómo identificar si estamos frente a nuevas cepas de este virus mortal que ya ha matado a más de 2.5 millones a nivel mundial.

Repasemos

En noviembre de 2020, fue impuesto un confinamiento en Reino Unido. Nadie podía salir de casa, excepto para actividades esenciales, como ir al mercado. Poco a poco, las tasas de infección empezaron a bajar en el país, excepto en Kent.

A pesar de las estrictas reglas contra el movimiento de personas, el covid-19 continuó avanzando en ese condado en el sureste de Inglaterra y los hospitales se llenaron rápidamente de personas infectadas.

En Sudáfrica, en octubre de 2020, una nueva ola de covid-19 comenzó repentinamente a invadir la provincia de Eastern Cape.

La tasa de personas infectadas era mucho más alta que en otras áreas del país, donde el número de casos se estaba estabilizando después del primer brote de covid-19.

En la ciudad brasileña de Manaos, una crisis sin precedentes alcanzó su punto máximo el 15 de enero, cuando los hospitales abarrotados se quedaron sin oxígeno.

La ciudad, capital del estado Amazonas, ya muy afectada por la primera ola de covid-19, estaba experimentando una nueva explosión de la enfermedad.

En los tres casos, nuevas variantes, más contagiosas, jugaron un papel importante en el caos provocado por las altas tasas de infecciones y hospitalizaciones.

Y la tendencia es que continúen ocurriendo otras mutaciones mientras el virus esté en circulación.

Según investigadores hay cuatro señales de advertencia particularmente importantes para monitorear nuevas variantes y ellas son:

  • Aumento de hospitalizaciones

Una de las principales señales de alerta sobre la posibilidad de una nueva variante en una zona es que ocurra un aumento brusco de hospitalizaciones y muertes por covid-19.

  • Evidencia de reinfección

Si una localidad comienza a notar un aumento en las infecciones de personas que dicen haber contraído covid-19 anteriormente, este es otro factor de alerta de la posible presencia de variantes, especialmente si el nuevo contagio se ha producido en un período corto de tiempo.

  • Cambios en los síntomas y la gravedad de la enfermedad

Otro signo de la posible aparición de una variante es un cambio constante en los síntomas de quienes dan positivo en la prueba de covid-19 o un aumento significativo en los casos graves de la enfermedad.

Estos factores indicarían la presencia de mutaciones que interactúan de forma diferente con las células humanas, provocando reacciones distintas a las provocadas por la cepa original del coronavirus.

  • Cambios en los grupos de edad más infectados

Es decir, si más niños y adolescentes comienzan a infectarse o presentan casos más severos de covid-19, esto sería indicativo de una variante con mutaciones capaces de mejorar la conexión entre la proteína espiga del virus y los receptores de las células de los jóvenes.

Los estudios indican que los niños se ven menos afectados por el coronavirus porque tienen menos receptores en el pulmón capaces de reconocer y conectarse a la proteína espiga.

Conclusiones

Los expertos recomiendan estar atento a estas pistas para identificar mutaciones peligrosas lo antes posible es esencial para evitar que se propaguen y mitigar el daño.

Los principales riesgos son que el virus se vuelva más letal, más contagioso y más resistente a las vacunas y al sistema inmunológico humano.

Crisis Migratoria: Arrestos en la frontera de EE.UU. llegan al mayor nivel en 20 años

Solo en marzo fueron interceptados más de 172 mil migrantes. Unos 19 mil son menores no acompañados y de esta cifra, 8, 400 menores son guatemaltecos.

La migración aumentó desde que Joe Biden tomara posesión como presidente de Estados Unidos, pues durante su campaña, prometió a los migrantes una reforma migratoria que crearía un camino hacia la ciudadanía para más de 11 millones de migrantes.  

Al escuchar las promesas de campaña, miles de personas de Centroamérica y otros países iniciaron el viaje para llegar a Estados Unidos. Abandonaron casa, familia, amigos, vendieron todas sus pertenencias para cumplir su sueño. Una vida mejor.

Sin embargo, para sorpresa de muchos, solo fue una promesa de campaña, pues las detenciones en la frontera entre Estados Unidos y México alcanzaron en marzo del 2021 su mayor nivel mensual en 20 años, al aumentar casi un 71% respecto a febrero, informó este jueves 8 de abril del 2021 la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza estadounidense (CBP, en inglés).

 Además, la CBP detuvo en marzo a un récord histórico de menores que llegaron a la frontera solos, un total de 18, 890, el doble que en febrero y la cifra máxima para un solo mes desde que la agencia empezó a contabilizar esos datos en 2009.

El mes pasado, los agentes fronterizos de Estados Unidos interceptaron en total a 172, 331 indocumentados en el linde, un aumento del 70,6% respecto a los 101, 028 de febrero de este año, según los datos actualizados este jueves por la CBP.

Esas cifras evidencian la gravedad de la crisis migratoria en la frontera sur de Estados Unidos, donde la llegada de indocumentados no ha dejado de aumentar desde mayo de 2020 y se ha disparado desde que el presidente de EE.UU., Joe Biden, asumió el poder en enero.

De los más de 172, 000 inmigrantes interceptados en marzo, un total de 168, 195 fueron “aprehendidos” por la CBP al cruzar irregularmente, mientras que otros 4,136 llegaron a las garitas de ingreso de la frontera, donde en muchos casos son declarados “inadmisibles”.

Ese récord inédito en dos décadas, sumado al máximo histórico en la llegada de menores solos, aumentará la presión sobre el Gobierno de Biden, cuyo secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, visita este jueves por tercera vez la frontera sur, al desplazarse a El Paso y McAllen, en el estado de Texas.

 La mayoría de las detenciones en la frontera en marzo fueron de adultos que viajaban solos, un total de 99, 659; mientras que 53, 782 fueron miembros de familias o menores acompañados.

El 60% de los arrestados en la frontera en marzo, un total de 103, 900, fueron expulsados inmediatamente en virtud del llamado ‘Título 42’, una medida amparada en la pandemia de la covid-19 que se instauró bajo el Gobierno del expresidente Donald Trump y que Biden ha mantenido en pie.

Esa norma permite a Estados Unidos expulsar inmediatamente a los adultos que viajan solos y las familias con niños mayores de 7 años.

El Ejecutivo de Biden ha recibido críticas porque muchos menores que han cruzado la frontera se han quedado más tiempo del permitido por ley en centros de detención gestionados por la CBP, que no están diseñados para niños. De los 18, 890 menores solos detenidos en marzo, 15, 843 procedían del Triángulo Norte de Centroamérica, entre ellos 8, 366 de Guatemala, 5, 907 de Honduras y 1, 570 de El Salvador; mientras que 2, 452 eran mexicanos y otros 595, de otras nacionalidades.