Wuhan, la ciudad donde comenzó a propagarse la covid-19 y la que vivió el primer gran confinamiento para frenar la pandemia, celebró en masa la llegada del año nuevo, casi como si nada hubiese pasado.
La mayoría eran jóvenes sin miedo a contagios: “Wuhan sumó su último caso de #covid por transmisión local a mediados de mayo y estamos con ganas de recuperar el tiempo perdido”, manifestó una de las participantes que acudieron a la céntrica plaza de Jianghan para reunirse frente al reloj del edificio Hankou y participar de la cuenta atrás que ponía fin al 2020.
“Si me dices a finales de febrero que hoy estaríamos así, no me lo creería. Tenemos derecho a disfrutar”, agregó un joven, que pese a la normalidad de la jornada tiene aún presente los estragos que causó la #covid o el estricto confinamiento de la ciudad, que comenzó a finales de enero y se alargó durante 11 semanas.
Después de las “campanadas”, los wuhaneses se abrazaron y se hicieron los selfis de rigor para compartirlos en las redes sociales. Para algunos, era el final de la noche, pero para otros la fiesta empezaba en algunas discotecas que estaban a reventar.
Luego de que se registrara el primer caso en Wuhan, han muerto 1.8 millones de personas a nivel mundial y 83.3 millones han sido infectadas. A esta fecha, ya se registran dos variantes del virus, uno en Reino Unido y otro en #Sudáfrica, que se han propagado por varias ciudades de #Europa y algunas del continente Americano por lo que muchos países ya cerraron sus fronteras.