jueves, enero 9, 2025
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Salud suspende las clases presenciales en municipios con alerta naranja y roja

De acuerdo con las nuevas disposiciones y el semáforo de alertas, en el departamento de Guatemala solo podrá haber clases presenciales en los municipios de San Raymundo y Chuarrancho, pues están en alerta amarilla; el resto se encuentra en alerta roja o anaranjada.

Este lunes, el Ministerio de Salud suspendió las clases presenciales en los establecimientos educativos en municipios con alerta anaranjada en el semáforo del Covid-19.

La cartera salubrista modificó la norma sanitaria para los centros del sistema educativo nacional y estableció que en los municipios con alerta anaranjada aplicarán las mismas restricciones que para los municipios con alerta roja.

El Acuerdo Ministerial 69-2021, que modifica el 300-2020 que contiene la Norma Sanitaria para la Prevención y Control de Infecciones por SARS CoV-2 y otras epidemias, vuelve más drásticas las medidas de prevención en los municipios con alerta amarilla.

Con los cambios, deberá haber más distancia entre los estudiantes en las aulas y ahora el aforo es de cuatro metros cuadrados por persona, en lugar de los dos metros y medio que estaban vigentes, y esa misma distancia se deberá mantener en los recreos, educación física y durante la alimentación escolar.

Estas restricciones entrarán en vigencia este martes y aplican para los establecimientos públicos y privados de todo el país.

Educación podrá disponer medidas

El Ministerio de Salud también faculta a la cartera de Educación para disponer medidas temporales distintas cuando existan niveles elevados de riesgo de contagios en la comunidad educativa.

Según la actualización del semáforo de alertas del Covid-19 de este sábado, 97 municipios se encuentran en alerta roja, 107 en anaranjada y 136 en amarilla.

Actualmente el agua no contribuye al desarrollo del país.

El agua está en la base del desarrollo económico, ambiental y social del país. Como no hay una gobernanza eficaz, el agua, o la falta de agua está afectando a todos. Actualmente el agua no contribuye al desarrollo del país. De acuerdo a Marco Morales de la Cruz, doctor en ingeniería hidráulica y medio ambiente, seis millones de guatemaltecos no tienen acceso a un sistema de saneamiento básico para eliminar excretas y basura. Tres millones no tienen acceso a agua entubada. No hace falta mucho esfuerzo para ver que hay que trabajar para mejorar la situación. Primero, claro, debemos asegurar que el agua llegue a todas las casas, todo el tiempo, dicen los expertos, pero la realidad está lejana a ese objetivo.  Segundo, tratar las aguas residuales.

El problema o crisis del agua en nuestro país, ocurre en varios niveles. Nivel nacional, local, municipal, rural, etc. Tenemos los conflictos entre azucareros y bananeros, conflictos con hidroeléctricas, se estima que hay tres millones de personas sin acceso a agua potable, seis millones sin acceso a saneamiento; no tenemos tratamiento de aguas residuales o desechos sólidos. Especialmente ahora con la construcción de más residenciales, más pozos, más población y más demanda, y hay menos regulación, menos fuentes de agua alternativa, menos reúso, menos tratamiento. Estas son crisis a punto de estallar. En medio de esta crisis del agua, que no es sólo problema de Guatemala sino del mundo entero, celebramos hoy 22 de marzo el Día Internacional del Agua.

ONU: “El mundo enfrentará una severa escasez de agua en 2030”

En el año 2030, de continuar el ritmo de consumo actual de agua, faltará un 40 por ciento del líquido que necesitaría el planeta para subsistir, lo que podría generar conflictos entre diferentes sectores económicos y entre países, según un informe de la ONU.

De continuar el actual consumo de agua, el mundo enfrentará una severa escasez del líquido en 2030, lo que podría desatar conflictos entre diversos sectores económicos e incluso entre regiones y países, advirtió un informe de la ONU.

Presentado en el marco del Día Mundial del Agua, celebrado cada 22 de marzo, el informe indicó que, de continuar el ritmo actual de consumo, en 2030 faltará un 40 por ciento del agua que necesitaría el planeta para subsistir y mantener sus actividades productivas.

El documento, coordinado por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), asentó además que las primeras víctimas de la escasez serán los pobres, las poblaciones marginadas y las mujeres.

El cálculo está basado en la premisa de que, para responder a las necesidades en agua de una población mundial cada vez más numerosa, el sector agrario y el energético tienen que incrementar constantemente su producción.

De aquí a 2050, el sector que más agua devora, la agricultura, tendrá que producir un 60 por ciento más de alimentos a nivel mundial y un 100 por ciento más en los países en desarrollo.

Además, la demanda de bienes manufacturados también tiende a aumentar, lo cual acrecienta la presión sobre los recursos hídricos.

Según las previsiones, en el periodo 2000-2050 el aumento de la demanda de agua del conjunto de la industria mundial será de 400 por ciento.

La gestión del agua sigue sin efectuarse de manera sostenible a pesar de que la demanda global se ha disparado –de aquí a 2050 está previsto que aumente en un 55 por ciento– y de que un 20 por ciento de las aguas subterráneas del planeta están siendo explotadas abusivamente, apuntó el informe.

El regadío intensivo de tierras cultivadas, el vertido incontrolado de plaguicidas y productos químicos en los cursos de agua y la falta de tratamiento de las aguas residuales –que afecta al 90 por ciento de las aguas de esta clase en los países en desarrollo– son ejemplos manifiestos de las carencias.

Actualmente, 748 millones de personas están privadas de acceso a fuentes de agua preservadas de la contaminación, lo que equivale a uno de cada 10 habitantes en el mundo.

En un mensaje para conmemorar la fecha, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, manifestó que la falta de agua no sólo coloca a las poblaciones más vulnerables, como mujeres y niños, en mayor riesgo, sino que los obliga a perder una cantidad considerable de horas en la improductividad.

Explicó que las estadísticas sobre saneamiento relacionadas a la carencia de agua son aún menos alentadoras, pues unos dos mil 500 millones de personas siguen careciendo de mejores servicios de saneamiento, y mil millones practican la defecación al aire libre.

“No podremos lograr un mundo de dignidad, salud y prosperidad para todos hasta que no eliminemos esta necesidad urgente”, enfatizó Ban.