lunes, diciembre 23, 2024

Marte, Antares y la Luna dibujarán un triángulo sobre el último amanecer del año

La mañana de este viernes habrá un espectáculo maravilloso que despedirá este convulso 2021 de una forma muy especial.

Y lo mejor es que no necesitamos nada para verlo. Obviamente, será mejor en oscuridad, pero si no podemos alejarnos de la contaminación lumínica también veremos algo. Por supuesto, la visión con binoculares será mucho más precisa. Pero el espectáculo a simple vista también será interesante.

¿Qué es Antares?

Es común escuchar hablar de conjunciones entre la Luna y Marte u otros planetas. ¿Pero qué es Antares?

Se trata de la estrella más brillante de la constelación de Escorpio. Su papel en este baile de fin de año será muy interesante por su color. Y es que presenta un brillo rojizo que hace que incluso se pueda confundir con Marte. De hecho, el inicio de su nombre procede del prefijo griego anti-, que significa rival u opuesto. El nombre compuesto significaría, por lo tanto, “rival de Ares”, que era el dios griego de la guerra, equivalente al dios Marte romano.

Por lo tanto, son cuerpos celestes rivales, pero no se enfrentarán, sino que formarán dos de los vértices de un bonito triángulo en el que la Luna menguante, ya con solo un 11% visible, completará el espectáculo.

Durante la mañana del 31 de diciembre, si queremos ver la unión de Marte, Antares y la Luna en el cielo deberemos mirar en dirección al amanecer.

Allí veremos cómo Marte se posiciona debajo de la Luna, pero más al este, y Antares prácticamente en línea con nuestro satélite, pero algo más cerca del horizonte que el planeta rojo.

Eso en el hemisferio norte. En el sur la conformación cambia un poco, pues será Marte el que se encuentre más cerca del horizonte. Además, los dos objetos rojizos estarán más al oeste que la Luna.

Pero, sea como sea, será un espectáculo precioso para empezar con energía el último día del año. Bueno, quizás el madrugón nos reste algo de energía, pero siempre es positivo empezar el día viendo algo bonito. Sobre todo, si es tan bonito como dos astros rojos rivalizando en el cielo por la atención de la Luna. Y también por la nuestra.

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